La literatura milenaria de relatos y leyendas, cual Inmensa biblioteca puesta al servicio de la humanidad, es un maravilloso regalo para todos los amantes del “conocimiento de sí mismos” pues en ellas se hallan oportunidades de poder encontrar conceptos y normas inteligentes válidas para los buscadores sinceros.
Su escritura y cometido no es otro que el de haber guardado un conocimiento oculto, mediante símbolos y personajes misteriosos, que una vez conocidos e interpretados nos permiten alcanzar las más altas montañas de la imaginación y a la posibilidad de llegar a ponernos en sintonía con algunos de estos sabios, poetas y autores.
Partiremos en primer lugar con la herramienta tan vieja y conocida que, en la entrada a la Universal Academia Platónica, ondeaba como estandarte que nos dice: “Hombre, conócete a ti mismo” y por supuesto que con semejante mención nos adelantamos y presentamos ante esta aventura.
Sin duda alguna, esta es una búsqueda seria y os prometo que nada aburrida, pues se trata ni más ni menos, que poder llegar a atisbar un poco más de la Sabiduría Milenaria y Universal, que esparcida por los Cinco Continentes en Relatos y Leyendas nos esperan.
Así que, sin ánimos de lucro o de una fama personal, os presento estas reflexiones que, en la medida de lo posible, estarán alejadas de los dogmas o sentencias religiosas y científicas, que como lastres en muchas ocasiones, debemos dejar atrás y libres de estos, nos permita tener una nueva actitud plena para poder ver la puerta o sino, al menos una ventana hacia una grande y verdadera libertad, que es el don o regalo más precioso de conseguir que es el de llegar a “conocernos a nosotros mismos”.
Aunque como una norma general, debido a la educación recibida por todos, hay que reconocer que las «opiniones» son como “el pan nuestro de cada día” tan poderosos y necesarios para la vida cotidiana de cada uno de nosotros, sin embargo, nos es preciso soltarnos de ellos, pues como a manera de cadenas nos dejan poco sitio para una verdadera libertad de ideas, pues han surgido del barro egoísta de las diversas mentalidades, de las opiniones erróneas que arrastramos, heredadas por los amos de la caverna.
Con el fin de poder ser mas eclécticos en nuestras ideas, ser mas nosotros mismos, mas desapegados y más universales en el pensamiento, nos permita caminar mejor y poder abandonar en lo posible, la tan arraigada ignorancia de las «opiniones erróneas del siglo».
Por ejemplo: «Debemos saber que la Paz mundial es posible, siempre y cuando hayamos encontrado nuestra Paz Interior, de este modo hacerla posible en el mundo que nos rodea»
Indudablemente este tiempo moderno, nos ha convertido en números de datos en la opinión general, somos en general, unos meros espectadores y consumidores de un mundo gordo, denso y material que todavía no termina de darse cuenta de una vez por todas, del porqué no logra conformarse en la tan soñada Paz.
Esta Virtud Bella que es la Paz, es como el dorado soñado, esperado, anhelado y verdadero sueño de la Humanidad, que se nos viene mostrando siempre y al final de casi todos los cuentos, en todas las leyendas y en todos los relatos que en estas páginas iremos reflexionando poco a poco.
Ya va siendo hora que dejemos de ser como estos “niños que adoctrinados por falsas enseñanzas de las sombras” podamos al fin, expresarnos libres hoy, en esta presente etapa del aquí y del ahora, tomando el ejemplo de un Apóstol que dijo: «Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía y razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre, acabé con las cosas de niño»
No dejemos pasar más el tiempo entretenidos por los «amos de la caverna, las opiniones falsas» y seamos valientes hacia el encuentro del Sol que brilla mas allá de la ignorancia encontrada y reconocida.
Espero que estas entradas nos sirvan verdaderamente o al menos, que nos resulten validas, sino como la última Sabiduría, al menos como una libre, pequeña, desapegada, provechosa, saludable y libre nueva opinión.
Saludos cordiales
Zharten