Presentacion

Siempre amanece
Relatos con contenido
Presentando el Contenido.
En estas páginas que voy a escribir en adelante, constituyen mis reflexiones o meditaciones, sobre algunos escritos, que la Humanidad ha dejado a nuestra generación contemporánea. Cada una de las Escrituras Sagradas, Mitológicas, Simbólicas e Históricas que, en formas poéticas, cantos, epopeyas, mitos o leyendas, son la fuente y el origen de estos relatos y constituyen el fruto de estos intentos literarios. No escribo nada nuevo lo sé, tan solo es mi punto de vista y el resultado de la corta experiencia cultural que atesorada con los años, ha permitido que me pronuncie sobre los temas aquí presentados.
Algunas consideraciones sobre el autor.
Me considero algo de escritor nobel y algo poeta, pues cada vez que pongo en mi mano la pluma, me sucede lo mismo que a la bella Aurora del Amanecer, que se alegra cuando precede y abre las puertas al Sol. Me alegro y animo, pues el tiempo dedicado a escribir, me emociona despertando en mí nuevos sueños y nuevas metas. La mejor parte de las lecturas encontradas por mí, no forman contextos de un credo en particular, por lo tanto de esta manera me ayudan a abrir mi conciencia hacia el mundo ecléctico de las Ideas y me solicitan a caminar hacia la travesía aventurera de las literaturas de India, Egipto, Sumeria, América, etc.
Aún así y soñando con un verdadero desapego de lo establecido en mi memoria, he de reconocer que hay un algo en los relatos presentados, que tienen un ligero tinte cristiano, puesto que esta devoción me ha acompañado largos años, llegando a ver el sentido positivo de las bondades del Maestro Jesús para con la humanidad. Observo como centro de su Mensaje dos verdaderos pilares, que son el Amor al prójimo y el de seguir un camino hacia la Luz del Mundo mediante las obras de sus enseñanzas. Su camino de libertad comienza por llegar conocernos a nosotros mismos, pues en verdad y pregunto ¿Qué somos? La respuesta es bien clara, somos Hijos de Dios y hermanos de todo lo que hay en la Naturaleza.
Al mismo tiempo de esta tendencia por la educación, presiento que tengo algo de filósofo y poeta que naturalmente, escapa a una explicación que pudiera encontrar su respuesta, puesto que ha sido algo así, como una etapa paralela a la fe, más rebelde quizás, pues a lo largo de los años pasados me ha mostrado que además no soy conformista. Si bien la Iglesia cristiana me ha aportado desde la niñez, el temperamento que tengo por el pobre uso de los mandamientos, la filosofía me ha ayudado a alejarme de “ciertos dogmas” que no acabo de entender, primero tratando de pensar por mí mismo, para luego investigar sobre mis dudas teológicas. Hay en mí «alguien» – tal vez un daimon a la manera Socrática – que busca respuestas a los enigmas ocultos de la vida, por eso mismo acabo escribiendo y leyendo lo que aparece en el horizonte teosófico y religioso de los pueblos, podría decir entonces en este contexto, que soy un Teósofo.
En este panorama anterior y termino con mi presentación, comienzo por enumerar la literatura milenaria, cual Inmenso Continente con sus Océanos que lo es, pues debe hallarse en ellas la oportunidad de pescar algún concepto inteligente, la posibilidad de alcanzar las altas montañas con la imaginación de los sabios y poetas en sus obras y la posibilidad de ponernos en sintonía con ellos. Es de todos conocido que, en la entrada a la Universal Academia, ondea un sabio estandarte que dice: “Hombre, conócete a ti mismo” y por supuesto que con semejante mención se nos presenta esta aventura. Es la búsqueda en serio, de poder atisbar un poco de la Sabiduría Milenaria y Universal, la misma que libre de dogmas religiosos o científicos, nos permita soltarnos del barro que es nuestro egoísmo, para poder mejor caminar y de abandonar de una vez para siempre, la tan arraigada ignorancia que nos ha convertido en meros espectadores. Ya va siendo hora de que dejemos de ser niños, para poder expresarnos en nuestra presente etapa como algo más adultos.
El grupo de temas que – si Dios lo quiere – iré añadiendo a estas páginas, servirá como guía o hilo que me conduzca y – tal vez también a ti lector -, al encuentro del propósito general de esta investigación, que es encontrar o intuir el origen de la Luz del Conocimiento, al menos una aproximación a modo de una pequeña lámpara, que nos permita entender el porqué de este fenómeno llamado Universo, con todas sus Galaxias y sus Estrellas innumerables. Se trata de la verdadera finalidad de la Vida, que es caminar desde la Oscuridad hacia la Luz, que como según el Mito de Prometeo, este “fuego regalado a los hombres”, ilumine en nosotros la verdadera finalidad y la lucha diaria en la que todos nosotros, habitantes de la Tierra, andamos tan ajetreados desde los perdidos albores del Tiempo.
¿De dónde venimos? ¿Para qué estamos aquí? ¿Hacia dónde vamos?
Al parecer la Ciencia en una de sus posibles respuestas, nos dice que somos aventureros en el Espacio y que debemos alcanzar las estrellas, pues de allí vendrán las pruebas que disiparan casi todos nuestros enigmas, de aquí la tan alienada “carrera espacial”. Aunque por otro lado, la misma Ciencia, corrobora que la verdadera casa y esencia nuestra, es el barro de la materia como “la causa” de la que hemos ido evolucionando. Ante estas dos maneras de conocimiento de materialidad, es de señalar que el hombre más que un alienígena o un simio evolucionado, es un Ser misterioso y digno de ser conocido, pues según innumerables escritos heredados por la Humanidad, este mismo hombre se empeña por descubrir el llamado Misterio de la posibilidad de Ser un Hijo de Dios, por ello mismo su incansable sed de una religión.
Ante las dos anteriores posibilidades de lo que podría ser en verdad el hombre, lo que sí es por supuesto, un avezado e infatigable aventurero, pues es de notar en la historia misma como la Escuela de la Vida que lo es, donde nos lo muestran siempre embarcado en la Aventura Épica, en la búsqueda de los mejores logros, en un devenir continuo y siempre hacia adelante. Como ejemplo de ello es de notar la presencia de un “verdadero actor” que contribuye ante la posibilidad de crear “un mundo mejor” para todos. Es evidente de que lo que ayer fuimos es reemplazado por los nuevos descubrimientos y así, mediante este cambio constante que nos aparece cada día, sólo nos queda comprender y visualizar que estamos ante un Ser pensante e investigador, que anhela y busca las eternas preguntas, mencionadas arriba de esta nuestra Academia de la Vida Universal.
El hombre es un ser misterioso, digno de ser conocido y de este mismo carisma valiente, cuando el hombre más antiguo encontró el fuego, nosotros ahora debemos buscar el conocimiento mismo de ese fuego, ¿qué es aquello que lleva a animar al fuego? ¿Cuál es el origen Misterioso del Fuego, como así mismo del Agua, del Aire y de la Tierra, los cuatro elementos conocidos y que junto al quinto del Éter, que recién comenzamos por investigar, esperan develarnos los misterios que anhelamos conocer y que aún no terminamos de encontrar las respuestas adecuadas. Con el carisma de cada uno y con la ayuda de lo que conocemos como la Gracia Divina, cada día nos acontece algo bueno y algo menos bueno, la experiencia así lo constata y lo demuestra con las obras y sus resultados. Hay intenciones positivas y otras que nos ponen resistencias cada día para lograr buenos resultados, pues es la lucha natural y cotidiana, diaria en este nuestro mundo de dos polaridades opuestas. La vida del que aspira a mejorar su entorno no es nada fácil, pues debe además de ser tenaz y valiente investigar el origen y la naturaleza de su oponente que trata de ponérselo difícil, tal vez no sea por maldad, sino simplemente por su propia ignorancia. Es la búsqueda de la Sabiduría de las cosas y sus fenómenos, la verdadera tarea de los humanos que pueden llegar a pensar por sí mismos. Caminar hacia adelante, con la firmeza del conocimiento del camino y hacia la verdadera meta donde nos dirigimos, debe ser la «Primera Piedra» que debemos poner en la Obra.
Explicado de otra manera, no dejaré de ser el Filósofo que siempre he sido, porque sigo amando a la Sabiduría y ojala que con la prudencia y la experiencia de mis años, la ausencia de meritos y aplausos, pueda arribar poco a poco a caminar con la ayuda porque no, de estos escritos, que me permitan contemplar aquella soñada y anhelada Luz Primera. Hasta el presente, solo puedo dar pasitos cortos que permitan, al menos diferenciar y comprender las lámparas, sus reflejos y sus sombras, tratando de utilizar si cabe la “analogía” con ejemplos más acordes que encuentre para este trabajo. Si logro al menos, entrever con palabras asequibles a nuestro intelecto, intuir que en la lectura hay una verdadera puerta hacia la Luz y hacia el encuentro del Innombrable Dios, mi relato podría ser provechoso, pues mientras siga escuchando la canción que dice el poeta “caminante no hay camino, se hace el camino al andar” seguiré escribiendo verso a verso, con alegría y buen humor. Al final, si hubiese un Dios, no será en vano la búsqueda, pues presiento «el encuentro con algo superior a mi ignorancia», que no es poca.
Querido lector una vez más, ojala te sirvan esta páginas para lo Bueno de tus búsquedas como a mí me sirven hoy mismo. Agradecido estoy ahora por ello.
Zharten